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Salmos 100
“Canten alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Sirvan a Jehová con alegría; vengan ante su presencia con regocijo. Reconozcan que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entren por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alábenle, bendigan su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones”. Amén.
Demos gracias en todo, porque es voluntad de Dios en Cristo Jesús (1Tesalonic.5.18). Esa instrucción fue escrita por el apóstol Pablo, cuya lealtad a Cristo le valió gran persecución.
Aunque las circunstancias de Pablo fueron difíciles, supo que sus riquezas en Cristo superaban cualquier pena terrenal. Y esas mismas bendiciones están disponibles para todos los que servimos a Jesús.
Disfrutaremos de una relación personal con el único Dios verdadero de toda la creación. Ese Creador nos ama con amor incondicional. Envió a su Hijo a pagar nuestra deuda de pecado para que pudiéramos pasar la eternidad con Él.
Nos adopta como sus hijos (Efesios 1.5). Tiene un plan para cada uno. Promete satisfacer nuestras necesidades. Provee su Palabra y Espíritu para guiarnos. ¡No es de extrañar que Pablo estuviera agradecido!
¿Qué te parece si cuentas las bendiciones que Dios te ha otorgado, y le haces saber lo agradecido que estás?
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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