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1 Corintios 12.22-23, 29-30 “Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; y a aquellos que parecen menos dignos, vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?”. Amén.
Hay quienes hacían mal uso de los dones espirituales, y el apóstol Pablo trató el tema a la iglesia de Corinto, ya que ellos valoraban solo ciertos dones. Los creyentes con los “mejores” eran considerados por encima de los demás.
Pablo advirtió que no se consideraran más de lo que deberían. Que los dones no se daban para exaltar personas, sino para beneficiar a la congregación, y que ningún don es más importante que otro.
Todo don es necesario para la salud de la Iglesia, y es asunto de Dios decidir quién tiene qué capacidad.
No asignemos valor indebido a ciertos dones espirituales. Dejemos de lado cualquier idea preconcebida y celebremos, en cambio, cómo Dios crea cada Cuerpo local de creyentes.
Nuestro Padre celestial coloca a sus hijos donde puedan ministrar a través de sus dones, y también ser bendecidos.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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