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“Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará”. Amén.
Como seguidores de Cristo, debemos llevar a cabo su obra, y también ser extensiones vivientes de Él. Al seguir su ejemplo, los cristianos debemos:
1. Vivir como siervos de Dios. Desprendernos del control sobre nuestro tiempo, destrezas y placeres para trabajar en el Reino de Dios. No actuemos por cuenta propia. Nuestra tarea es hacer, lo mejor posible, lo que Dios pide.
2. Responder a su llamado de ayudar. Luchemos contra la inclinación de solo ayudar a nuestro círculo. Dispongámonos a atender necesidades de extraños y amigos por igual. El Señor puede ayudarnos a reconocer esas oportunidades.
3. Motivarnos unos a otros a buenas obras (Heb.10.24). Aprendamos a ser piadosos y serviciales. Fomentemos el agradecimiento por lo que Dios ha hecho y la confianza en lo que Él hará.
Las buenas obras, no nos harán ganar la salvación, pero sí tienen efecto en las recompensas eternas. Nuestras obras serán evaluadas un día, y las hechas sin dirección de Dios serán quemadas, pero las realizadas en obediencia al Espíritu, recordadas y reconocidas (1 Cor.3.12–15).
Que nuestro amor por Dios nos estimule a trabajar en, y para Su Reino.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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