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Juan 4, algunos versos entre 7 y 14
“Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. La mujer samaritana respondió: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan. Respondió Jesús: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y Él te daría agua viva. Respondió Jesús: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; más el que bebiere del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás…”. Amén.
Cualquier persona puede experimentar sentimientos de vacío. Y en esta era de redes sociales, el vacío humano es más grande que nunca. Pese a conectarse con mayor número de personas, se lleva una vida con menos sentido que antes.
La mujer samaritana simboliza millones de personas. A gente que ha hecho todo por satisfacer ese vacío, y sin resultados.
Ninguna sensación de vacío puede ser satisfecha hasta que sea Cristo el centro. Nada puede dar sentido; ni a corto ni a largo plazo.
Cristo ofreció a la mujer samaritana “Agua Viva” para saciar su sed. Es que el Agua de Salvación que Él ofrece incluye también eliminación de toda culpa. Por demás, riquezas de su amor y una meta de llegar hasta la eternidad.
Sigues sintiendo ese vacío porque aún no has recibido a Cristo como tu Salvador. Solo Ese amor sobrepasa todo entendimiento y llena de plenitud.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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