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Hebreos 3.12, 13, 15 “Miren, hermanos, que no haya en ninguno de ustedes corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes, exhortarse los unos a los otros cada día… Entre tanto que se dice: Si oyen hoy su voz, no endurezcan sus corazones, como en la provocación”. Amén.
La Biblia advierte sobre el peligro del corazón incrédulo. Es sorprendente la rapidez con que olvidamos los maravillosos milagros con los que Dios nos bendice. Un corazón malvado e incrédulo pasa fácilmente por alto las promesas de Dios.
Es que la incredulidad es una raíz venenosa que puede llevar a todo tipo de maldad. Es una blasfemia que ataca el corazón mismo de Dios, acusándolo de ser falso, infiel y poco confiable.
Es un horrible cáncer que carcome la salud espiritual. Dios nos advierte que aquellos con corazones incrédulos están en peligro de hundirse.
Vamos a alentarnos unos a otros. A acompañarnos en las dudas y a permanecer en la Palabra. Mantengamos nuestro enfoque en Jesucristo y aferrémonos a la fe.
Una relación estrecha y creciente con el Señor mantendrá corazones sensibles y receptivos a Él. Solo así, vamos a poder entrar en el descanso que Él ha preparado para sus seguidores.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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