#3,401 02.11.22
Romanos 12.15-17
“Gócense con los que se gozan; lloren con los que lloran. Unánimes; no altivos, sino asociándose con los humildes. No sean sabios en su propia opinión. No paguen a nadie mal por mal; procuren lo bueno delante de todos”. Amén.
Relacionarnos es una de las bendiciones más grandes que tenemos. Dios nos hizo para que nos necesitáramos unos a otros, y las personas con las que el Señor nos rodea están destinadas a caminar a nuestro lado, tanto en los buenos como en los malos momentos.
Aprendamos a expresarnos claramente, y escuchemos de buena gana los deseos de nuestros seres queridos.
En el evangelio de Marcos, el Señor llama a amar a los demás —aunque no compartamos los mismos deseos y necesidades.
Tal vez te sientas apreciado cuando alguien te hace un regalo, pero si a alguien importante para ti le resulta difícil hacer regalos, es posible que no te sientas tan apreciado. A veces hay quienes se sienten más queridos al tener una conversación profunda y amena.
Sea con una amena conversación, o con muestras palpables de cariño o con regalos, mostrar afecto a los demás siempre es una bendición.
Pudieras hacer una lista de algunas cosas que te hacen sentir amado y valorado, y pensar si, con esas mismas cosas, pudieras mostrar afecto a los demás.
¡Qué lindo es saberse amado y apreciado, pero aún más importante que tú lo hagas con los demás!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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