#3,397 29-10-2022
Romanos 8.16-18
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las
aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que
en nosotros ha de manifestarse”. Amén.
Hay veces en que se tiene la idea equivocada de que Dios hará la vida más fácil después de la salvación del alma. En algunos aspectos pudiera ser cierto, ya que, como creyentes, tenemos al Espíritu Santo, el cual transforma a la semejanza de Cristo, y nos capacita para manejar las luchas con paz, e incluso con alegría. Pero ser cristiano NO libra de dificultades… siempre tendremos aflicciones (Juan 16.33).
Pablo lo dijo: nuestras amarguras actuales NO son comparables con la gloria venidera. Así que, por ahora, nos toca gemir, mientras llega el reino de Cristo y la redención final.
Cristo, al morir en la cruz, pagó el precio para redimirnos de nuestros pecados. Sin embargo, todavía estamos en un estado caído, y por eso, debemos seguir luchando. Y confiando en que la redención total llegará. ¡La clave es permanecer firmes en Jesucristo!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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