01/08/2022
Gálatas 5.19-23
“Manifiestas son las obras de la carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes; acerca de las cuales amonesto; como ya he dicho, los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. Amén.
Cristo dijo que los dos mandamientos más grandes son: Amar al Señor nuestro Dios de todo corazón, alma, y mente; y amar a nuestro prójimo (Mt 22.37-39). ¡Qué tareas tan abrumadoras!
Tener éxito en esto, está más allá de nuestro alcance. Pero el Señor ha provisto una manera para que los cristianos logremos lo imposible, mediante el Espíritu Santo obrando en nosotros para producir su fruto.
La primera cualidad que vimos es Amor; las ocho restantes son descripciones de cómo expresarlo. Amar NO se produce esforzándose más. Hay veces que amar a algunas personas es tan irritante, y no es nada fácil.
Hay que dejar que el Espíritu fluya a través de nosotros, produciendo el amor de Dios, para que podamos expresarlo a Él y a los demás.
Cada vez que mostramos bondad, paciencia o gentileza… es obra de Dios, y no nuestra. Inclusive, la adoración que ofrecemos no la producimos en nuestro corazón sin la ayuda de Dios.
Aunque el mandato de amar es abrumador, la gracia de Dios lo hace posible.
¡Muy feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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