19-07-2022
Mateo 6.9-13
“Vosotros, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos”. Amén.
Parte de la oración modelo, El Padrenuestro, es para que el Señor nos ayude, y podamos honrarle a Él con nuestro diario vivir.
La primera mitad se centra en Dios, mientras que, en la segunda, se refiere a nuestras necesidades de provisión diaria, perdón y protección.
Cuando decimos “Danos hoy el pan nuestro de cada día”, estamos depositando en manos del Señor nuestras necesidades: físicas, materiales, emocionales y espirituales (Fil. 4.19). Con esto, estamos reconociendo nuestra completa dependencia de Él y confiando en su oportuna provisión.
Cuando pedimos que perdone nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores, estamos asegurando que todo está bien, no solo entre nosotros y el Padre, sino también entre nosotros y los demás.
Al implorar que no nos deje caer en tentación, y nos libre del mal, estamos pidiendo protección para no dejarnos tentar del enemigo de nuestra alma… Satanás, ni sucumbir a sus ofrecimientos.
Toda la oración enfocada en nuestro Padre celestial debe enseñarnos a adorarlo, a someternos y a depender plenamente de Él para cualquier tipo de necesidad.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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