27.04.2022
“¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos”. Amén.
El barro no tiene planes propios, aspiraciones de servicio, ni interés en realizar su tarea. Es moldeable, flexible y sumiso a la voluntad de su propietario.
De igual manera, antes de que podamos ser útiles para Dios, hay algunos preparativos que deben suceder.
Ser aplastado: Jeremías 18:4 dice “pero la vasija que estaba formando no resultó como él esperaba, así que la aplastó y comenzó de nuevo”. Jesús, al ser aplastado en la cruz, nos mostró que es parte de la creación de algo nuevo.
Ser moldeado: Isaías 64:8 nos dice “Nosotros somos el barro y tú (Dios), el alfarero. Todos somos formados por tu mano”. Mientras te moldea Dios, sabe la cantidad de presión a aplicar en tu vida… y cuándo aflojar.
Ser refinado: El fuego amoroso de Dios sirve para testificar un cambio permanente. Puede que Él no parezca amoroso durante el proceso, pero a medida que las impurezas son expulsadas, habrá más semejanza a Cristo.
Ser útil: Una vez retirado del horno del alfarero, eres útil, y Dios deposita una parte de Él dentro de ti: “Sé lleno del Espíritu Santo (Efesios 5:18). Él llena con Agua Viva para poder derramar Su amor y verdad en otros.
Es, mediante el quebrantamiento, que Dios va sellando tu vida y te conviertes en un verdadero reflejo de Cristo.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Mario De Jesús
(Referencia: Venga Tu Reino Hoy)
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