11.04.2022
Filipenses 4.4-6
“Regocijémonos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijémonos! Toda Su gentileza sea conocida de todos. El Señor está cerca. Por nada estén afanosos, sino que sean conocidas sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Amén.
Vivimos en un mundo “full” de ansiedad y temores, en el que la gente tiene el hábito de preocuparse por toooodo.
Ahora bien, los cristianos no tenemos que caer en eso, pues tenemos a un Salvador que nos ha prometido Su paz “que sobrepasa todo entendimiento” (vs.7).
Sigamos teniendo mucho cuidado con lo que llena nuestra mente.
NO escuchemos a los proveedores de fatalidad y pesimismo, ellos conducen al miedo, la ansiedad o el pánico.
Si te agitas después de oír noticias o leer las redes sociales, es hora de tomar un descanso de todo eso.
Haz como hizo el apóstol Pablo: en todo lo que sea verdadero, honesto, justo, puro, amable, de buen nombre y digno de alabanza, en eso piensa (vs.8).
Otra fuente de ansiedad es el materialismo. Trae mucha preocupación de lo que pudiera acontecer con la seguridad económica.
El Señor Jesús advirtió que no acumulemos tesoros en la Tierra (Mt 6.19-20). Y no es que esté mal, pero sin que se desvíe el corazón.
Busquemos primero el reino de Dios y su justicia. Él proveerá para toda necesidad, y en el momento preciso… Y la ansiedad no se afianzará de nuestra vida.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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