09.02.2022
1 Corintios 2.11-13
“Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”. Amén.
Con tantas mentiras existentes, el creyente necesita discernimiento espiritual. Aunque tenemos acceso a la sabiduría de Dios, no es algo que poseemos de forma automática. Hay que buscarla con diligencia. Y su Palabra es el lugar apropiado.
Es de tontos pensar que nuestra sabiduría es suficiente para guiarnos. No somos capaces de ver la verdadera naturaleza de todas las cosas. Lo bueno no siempre es lo mejor, ni lo que se presenta como verdad, a veces es mentira.
Alimentarse de la Palabra de Dios desarrolla la
percepción. A medida que el Espíritu Santo ilumina la mente, veremos la
vida desde la perspectiva de Dios. A través del Espíritu Santo y la
Palabra, tendremos un vínculo directo con la mente de Cristo.
Desde Génesis hasta Apocalipsis, Dios revela sus
pensamientos, principios y sabiduría, a fin de que podamos vivir
conforme a ellos en cualquier situación.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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