Mateo 16.21-23
“Desde
entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a
Jerusalén, padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y
de los escribas; ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro,
tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de
ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro:
¡Quítate delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la
mirada en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”.
Las palabras y caminos de Dios pueden ser muy diferentes a los deseados (a menos que estés alineado con su voluntad). Cuando Dios hace algo que no está de acuerdo con el resultado que esperas, pudieras sentir enojo, temor o desesperación.
Los conflictos entre tú y Dios pueden surgir cuando tus deseos chocan con los suyos o cuando consideras que tu opinión es mejor. Aunque puedas pensar que tus desacuerdos con el Señor no son graves, la respuesta del Señor Jesús a Pedro indicó lo contrario.
Cuando Pedro puso su mente en los intereses del hombre en
vez de en los de Dios, se distrajo con las mentiras del diablo. Aunque algunos pasajes de la Biblia pueden desafiar la fe, nunca
debemos incurrir en desobedecer al Señor.
El entendimiento de Dios es muy superior al nuestro. Recordemos: Él es eterno y omnisciente. Todo en su Palabra es verdadero, útil para enseñar, redargüir, corregir, instruir en justicia (2 Timoteo 3.16).
El diálogo entre Pedro y Jesucristo debería servirnos como recordatorio de que Dios sabe, en todo momento, lo que hace.
¡Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
TPSH030121)
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