Lucas 2.40-49
“Y el
niño crecía, se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era
sobre Él. …; y cuando tuvo 12 años, subieron a Jerusalén …. Al regresar ellos, …,
se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre. Y
pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le
buscaban entre los parientes y conocidos; … Y aconteció que 3 días después le
hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndolos y
preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y
respuestas. Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por
qué nos has hecho así? … Entonces Jesús les dijo: ¿Por qué me buscabas? ¿No
sabías que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”
Las empresas normalmente redactan una declaración
de misión para mantenerse enfocadas en lo importante. Eso NO es una idea nueva:
Jesús tenía un claro enfoque en la misión que su Padre le dio. A la edad
de 12 años, fue capaz de identificar su propósito al decir que tenía que
estar en los negocios de su Padre.
¿Tienes comprensión clara de cuál es la misión de Dios para ti? El mandato de ir por el mundo (la Gran Comisión), es tan extenso que a veces perdemos de vista cómo realizarlo. Las personas se salvan de una en una, ya sea en casas o en otros lugares, y Dios utiliza a los cristianos comunes y corrientes como mensajeros del Evangelio.
No descuidemos las oportunidades que Dios nos brinda en todo lugar. Aprendamos a brillar y a irradiar la luz de Cristo, donde estemos.
Feliz día. ¡Y que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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