Salmos 92.12-14
“El
justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en
la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez
fructificarán; estarán vigorosos y verdes”. Amén.
Mucha gente está obsesionada con la juventud. Quiere mejor salud, menos arrugas, mayor energía... Usan diversos métodos (cremas, cirugías, masajes, ejercicios…) ¡Y todo eso, está excelente!, pero el problema del envejecimiento solo se está tratando superficialmente, y nuestro cuerpo sigue avanzando.
Ser viejo NO es evitable, el asunto es tener la actitud correcta, y seremos jóvenes de corazón sin importar cuál sea la edad cronológica.
¿Cómo sentirnos jóvenes siempre? Veamos algunas técnicas…
Enfocándonos en Dios. Mantengamos la mente enfocada hacia arriba, y no en lo terrenal (Colosenses 3.2). Aprendamos a ver cada día como una oportunidad para confiar más en Dios, amarle más profundamente y servirle con más gozo.
Con aprendizaje activo acerca de la Palabra de Dios. Nunca dejar de aprender acerca de las Sagradas Escrituras. Anhelar la Palabra, de la misma manera como un bebé anhela la leche; para crecer espiritualmente, y sin falsas doctrinas (1 Pedro 2.2).
Viviendo con perspectiva optimista. Dejar que la mentalidad centrada en Dios moldee las actitudes. Mantengámonos con alegría, agradecimiento y fervor por Dios y sus asuntos (1 Tesalonicenses 5.16-18).
Recordando la importancia de centrarnos en los demás, y no en nosotros mismos. Invirtamos en otros, para estimularlos y ayudarlos a crecer en la fe (1 Tesalonicenses 5.11).
Mantenerse joven, mientras se envejece, empieza por la mente. Así que NO dejes de aprender, de reír y de amar con gozo delante del Señor.
Feliz día. ¡Y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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