Jeremías 2.13
“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron
a mí (a Dios), fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas
rotas que no retienen agua”.
Para quienes creemos en Jesús, el contentamiento debe estar gobernado por una actitud interior y NO por circunstancias externas. Pablo dijo que él era capaz de tener gozo y paz en cualquier tipo de situación, ya fuera rodeado de amigos o aislado en una prisión; tanto en abundancia como en necesidad.
El apóstol entendía lo que significaba vivir en Cristo, y tener a Cristo viviendo en él. Había tomado la sencilla, pero profunda decisión, de hacer depender su vida del Señor. Como resultado, vivía con tranquilidad y seguridad, de que lo que poseía internamente nunca le podría ser robado.
Pablo confió en su identidad como hijo de Dios, y siempre tuvo plena conciencia de la vida abundante que Jesús ofrece.
Quiero invitarte que, cuando algo amenace con robarte tu contentamiento, elijas depender de Dios; dejar de depender de otras fuentes, y tratar de tener control. ¡Elije construir una cisterna bien sellada que retenga el agua que es fuente de vida eterna!
Cuando sientas que algo te está poniendo nervioso, ansioso o enojado, solo di: Señor, tú eres mi fuente, dependo de ti para ser amable, para que me perdones, y para que pongas en mi el amor que necesito expresar.
Verás como Dios aquieta tu espíritu y te da la confianza necesaria al aprender a depender de Él solamente... ¡Pudieras sorprenderte de tus propias actitudes!
El Señor Jesús te puede dar la capacidad necesaria para que aprendas a responder como Él lo haría.
¡Feliz día y que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto-TPSH290615)
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