Génesis 3.1-5
“Pero la serpiente era astuta, y dijo a
la mujer: ¿Conque Dios les ha dicho: No coman de todo árbol del huerto? Y la mujer le respondió:
Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del que está
en medio del huerto dijo Dios: que no comiéramos, ni le tocáramos para no morir.
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No morirán; sino que sabe Dios
que el día que coman de él, serán abiertos sus ojos, y serán como Dios, sabiendo
el bien y el mal”.
Todos hemos creído alguna vez en mentiras. Y cualquiera que sea esta, se remonta al padre de la mentira: a Satanás (Juan 8.44). Sus engaños son los que llevan a pecar. ¡Las estrategias del diablo se remontan al huerto del Edén!
Lo primero que hizo este personaje fue inducir a Eva a dudar de Dios. Su estrategia fue de preguntarle (a través de la serpiente): “¿Conque Dios les ha dicho...?”. Y, tristemente, se sigue cayendo en esa trampa desde entonces.
Algunos, al escuchar los mandatos de Dios, discuten que no es así, que no es lo que Él quiso decir, o que no aplica para el caso en cuestión… ¡cómo arreglan las cosas!
El peor enemigo de tu alma (Satanás), contradijo a Dios, negando que Eva sufriría consecuencias por su pecado. Y la envolvió con que se beneficiaría si comía la fruta. Y así sigue actuando hoy con todos nosotros.
Cuando seas tentado, ¡POR FAVOR, PIENSA!, y no te apresures a creer las mentiras de Satanás; porque el pecado SIEMPRE te traerá consecuencias.
Te invito a pensar si, por esa gratificación temporal que tanto anhelas, ¿vale la pena sufrir las consecuencias? ¡Solo piénsalo!
Muy
feliz día, y ¡que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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