2 Corintios 9.8-11
“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en ustedes
toda gracia, a fin de que, teniendo siempre todo lo suficiente, abunden
para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su
justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al
que come, proveerá y multiplicará su sementera, y aumentará los frutos
de su justicia, para que estén enriquecidos en todo para toda
liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios”.
Cuando se recibe el pago por un trabajo realizado, se pudiera pensar que es dinero ganado con el esfuerzo propio, pero esa perspectiva, lo que impulsa es a actuar como si todo recurso le perteneciera, en lugar de entender que le pertenece a Dios.
Es importante entender que es el Señor quien permite los beneficios por las labores realizadas. Cuando crees que tuyo es el control de las posesiones, te pudieras sentir muy seguro, pero esa sensación de seguridad se te pudiera evaporar con la pérdida de tu trabajo o el padecimiento de una enfermedad grave.
Ten pendiente que la verdadera seguridad se encuentra SOLO en el Señor, quien es el dueño de TODO, y no en tus reservas de dinero o carrera profesional.
Cuando Dios tiene a cargo tus recursos, sean muchos o pocos, sentirás tranquilidad porque Él será tu verdadero proveedor y protector. No tendrás avaricia, serás generoso, y no sentirás temor de si es o no suficiente para tus necesidades. ¡Porque de Dios es el control!
Feliz día. ¡Dios
te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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