“Porque la ira
de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres
que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les
es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, su
eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del
mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no
tienen excusa”.
Es triste ver que haya quienes nieguen la existencia de Dios. Creemos que su razón para eso, es querer destruir la verdad, y no porque les falte evidencia.
Podemos conocer a Dios a través de...
Su Creación. Al observar los cuerpos celestes, la Tierra, las plantas, los animales, y las leyes del universo, es más que suficiente para creer que existe un Creador. Una creación tan perfecta no ocurre por accidente. ¡El orden, el equilibrio y la belleza hablan del Dios sabio que es Todopoderoso y generoso!
Nuestra Conciencia. Debido a que fuimos creados a su imagen, Dios diseñó al ser humano con capacidad para diferenciar entre el bien y el mal. Si bien ese es un excelente comienzo, Él espera que “mejoremos” la conciencia a medida que aprendamos más acerca de sus caminos. O, el pensamiento mundano, hará desechar sus pautas.
Su Palabra. Si bien la Conciencia y la Creación apuntan a Dios, por lo general se necesita más para llevarnos a un conocimiento salvador de Él. Por esta razón, Dios nos ha dado su Palabra escrita y, además, a su Hijo.
Nos dice en Hebreos 1.2-3, que Dios nos ha hablado por el Hijo, y por quien asimismo hizo el universo; siendo resplandor de su gloria, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, ha efectuado la purificación de nuestros pecados, y se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.
A aquellos que niegan la existencia de Dios, les recomendamos dejar de seguir profesando que son unos sabios y se den cuenta que son unos necios. Dejen de envanecerse en sus razonamientos, y en su necio corazón entenebrecido. (Rom.1.21-22).
Existe amplia evidencia del poder, la naturaleza y la salvación de Dios, por lo tanto, ¡no hay excusas para dudar de su existencia y amor!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina Ventura
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