Salmos 119.65-68, 71
“Bien has hecho con tu siervo, oh Jehová, conforme a tu palabra. Enséñame buen sentido y sabiduría, porque tus mandamientos he creído. Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra. Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos. Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos”.
Cuando atraviesas tiempos difíciles, normalmente tiendes a preguntarte: ¿Por qué pasa esto? Aunque la respuesta siga siendo misterio, la Biblia te da una base desde la cual ver las dificultades.
La Palabra de Dios dice que vivimos en un mundo caído lleno de pecadores. Incluso los redimidos, no estamos exentos de problemas, y Satanás tiene gran influencia.
Como creyente, debes saber que Dios usa tus problemas para lograr sus propósitos. Aunque, a veces, son el medio del Señor para corregirnos cuando nos desviamos. Las pruebas también nos enseñan a depender de Él y a confiar en que responderá a nuestras necesidades.
Una dieta de solo Maná debe haber sido gran prueba para los israelitas que vagaban por el desierto. Sin embargo, ese fue el medio que Dios utilizó para humillarlos y enseñarles que solo Él era su Proveedor (Deut .8.3).
Al entender estas cosas, comenzarás a reconocer la adversidad como un recordatorio del gran amor de Dios. Y de que las dificultades también son una manera de conocerlo mejor. Nunca experimentarás a Dios como Consolador si no llegas a necesitar consuelo. Sea cual sea la razón de la prueba que estés atravesando, ten en cuenta que Él la ha permitido para tu bien.
Feliz día. ¡Dios
te bendiga!
Evangelista Wilda Messina Ventura
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario