domingo, 11 de abril de 2021

“Fundamentos de nuestra fe cristiana: El Espíritu Santo, ayuda perfecta” (2)

Génesis 1.1-2 “En el principio creó Dios  los cielos  y  la tierra. Y  la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban  sobre la faz del abismo, y  el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. 

Desde el inicio, podemos ver ya reflejado el accionar del Espíritu Santo. 

Es mediante su Sello que viene la asignación de dones espirituales o ministerios.  Los cuales son capacidades y autorizaciones de Dios para llevar a cabo una o varias misiones, para edificación de la Iglesia de Cristo. Ese Sello: 

Te llena de poder: (Hechos 1:8). Te hace hablar en otros idiomas: (2.4). Te da facilidad para llevar el mensaje del Evangelio: (4:31; 11.24).  Designa posiciones ministeriales: (20.28), (Rom.15.16), (Hebreos 2.4). 

Entre los dones o ministerios que asigna el Espíritu Santo están: Palabras de sabiduría, de ciencia, fe, sanidades, milagros, profecías, discernimiento de espíritus, diversos géneros de lenguas; e interpretación de lenguas (1 Corintios 12:8-10). 

Un maravilloso ejemplo de las funciones del Espíritu Santo lo vemos en Cristo. Quien, luego de bautizado, y recibirlo en forma corporal, como paloma (Lc.3.22), y como dijo el profeta Isaías (en el AT), recibió espíritu de sabiduría, inteligencia, consejo, poder, conocimiento y temor de Jehová (11.2). Estaba siendo ungido para predicar buenas nuevas a los abatidos, vendar a quebrantados de corazón, y libertar cautivos y presos (61.1). 

El Espíritu Santo, aunque algunos lo nieguen, o digan que es solo una fuerza, es una persona. En 1 Juan 5:7 nos dice que 3 son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo (Hijo) y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Como tal, tiene acciones de persona.  Veamos: 

1. Te enseña y te hace recordar todas las cosas, y todo lo que Jesús dijo (Juan 14:26). 

Continuaremos… 

¡Feliz día, Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

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