2 Corintios 4.17-18 “Nuestros sufrimientos son pasajeros y pequeños, en comparación con la gloria eterna y grandiosa a que ellos nos conducen. 18 No nos interesa lo que se puede ver, sino lo que no se puede ver, porque lo que se ve, puede durar poco tiempo. En cambio, lo que no se puede ver, dura para siempre”. Amén.
Como cristianos, aprendamos a ver las adversidades como puentes no como cargas.
La forma en que percibes las dificultades depende del enfoque. Si todo lo miras de forma negativa, y te desesperas, tus pensamientos no están conectados al Reino. Deben ser reorientados.
En conexión con el Reino:
1. No te desanimarás. Entenderás que es un proceso de renovación. Al reaccionar con sumisión a lo que Dios permite, tu carácter se moldeará a la imagen de Cristo. ¡Qué te parece si lo intentas!
2. El Señor te dará fuerzas para resistir. El apóstol Pablo dijo sentirse atribulado, derribado, amenazado de muerte…; sin embargo, llamó a todo eso ligero y efímero.
3. No verás tus adversidades como ladrones del gozo. Mirarás más allá del presente, o de la prueba, sabiendo que se asoma un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.
Aprende a mirar con los lentes eternos de Dios. Es un acto valioso de fe. Dios te fortalecerá para cruzar el puente de cualquier adversidad.
Recuerda: Las adversidades pueden ser una carga o un puente hacia un futuro glorioso. ¡La decisión es toda tuya!
Feliz
día. Dios te bendiga
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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