Génesis 3.11-13 “Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí".
Sabías que ¿Dios no tiene culpa por tus malas decisiones? Él solo las respeta. Ahora bien, se entristece cuando decides contrario a su Palabra, ya que Él sabe que el resultado final no te será grato.
Deja de culpar a Dios por tus errores. Eres tú quien: decide alejarse de Él, se deja llevar por su naturaleza carnal, se olvida de los preceptos de Dios; quien, aún consiente del error, continúas con el plan tomado.
Es momento de reflexionar y darte cuenta que Dios jamás te llevará a pecar. Dice en Santiago 1:13 que “cuando alguno es tentado, NO diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie”. El desea que aprendas a vivir bajo Su obediencia.
Dios busca a personas comprometidas a ser fieles a Él, y no a personas
que, al cometer errores, le echen la culpa. Dios no tiene la culpa de los resultados de tus decisiones. Él espera
tu obediencia a Su Palabra. Pero, qué pena que decidas ignorarlas.
Tu excusa nunca deberá ser: “la mujer que
me diste, o la serpiente me engaño”; sino, más bien, la decisión que tomé fue la que me llevó al fracaso.
Hay tiempo para que digas: ¡Ayúdame Dios para no volver a decidir mal!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: TPSH 300413)
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