Salmos 148:1-7 “Alaba a Jehová desde los cielos; alábale en las alturas. Alábenle sus ángeles; sus ejércitos. Alábele sol y luna; Alábenle todas las lucientes estrellas. Los cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el nombre de Jehová; porque Él mandó, y fueron creados. Los hizo ser eternamente y para siempre; les puso ley que no será quebrantada. Alabad a Jehová desde la tierra…”.
Como parte de nuestros Fundamentos, también está el que sólo a Dios adoramos, damos gloria, honra, alabanza; le rendimos culto, y sólo a Él nos dirigimos en oración.
A nuestro Dios le alaban sus ángeles, sus ejércitos, el sol, la luna, las estrellas, los cielos, las aguas… Y nosotros, siendo seres pensantes, ¿cómo será posible que alabemos, honremos, y rindamos culto a otras figuras, personas o cosas? Cuanta insensatez y engañó estamos albergando en nuestra sinrazón.
¿No nos convendría mejor servirle al Señor nuestro Dios y escuchar su voz? Él formó nuestras entrañas, y nos hizo en el seno de nuestra madre. ¡Nos dará recompensa de vida, y largura de días! (Salmos 139:13, Deut.30:20).
El profeta Isaías, hablando por boca de Dios, dice “El pueblo que yo he formado para mí proclamará mi alabanza” (43.21). ¡Es para Él, y no para alguien más! Los dioses -que no hicieron nada-, perecerán (Jerem.10.11).
Espero que cuando tengas intenciones de adorar o reverenciar a algo, o a alguien que no sea en el orden bíblico, tengas el coraje de decir: “¡Vete, Satanás! Porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y solo a El servirás”, como dijo Jesús en Mateo 4:10.
Arraiga en tu corazón que el Señor es el único digno de recibir gloria, adoración, y honra. Y que, si de ahí te desvías, tendrás que lamentarte por las consecuencias, sean en esta vida en la tierra, o para la Eternidad.
Continuaremos…
Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
No hay comentarios:
Publicar un comentario