Génesis 2.1-3 “Fueron acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”.
Cuando Dios descansó en el día séptimo de la creación, no fue porque estuviera cansado, sino porque las actividades del momento habían cesado, pues Él nunca deja de trabajar. ¡Dios es de acción constante! Siempre está involucrado en la vida de cada ser humano, sin descuidar jamás su control sobre el universo.
Quizás tú cuando oras esperas recibir respuesta inmediata, pero como no ocurre así, piensas que Dios no te oye o no se preocupa por ti. Es bueno que tengas presente que Dios si te oye, y que sigue obrando, aunque no de forma visible para ti.
Dios sabe cómo: cambiar corazones, proteger hijos, levantar a caídos, sanar a enfermos, proveer a los que no tienen; etc, etc. Lo que pasa es que sus tiempos de espera son oportunidades para que tu carácter, obediencia, fe, servicio y convicción crezcan.
Cuando decidas confiar y depender de Dios, en vez de dudar de Él, estarás cooperando con tu proceso de crecimiento espiritual. ¡Solo el Señor sabe lo que necesitas y cuándo!
¡Vamos arriba. Anímate! Dios tiene profetizadas cosas maravillosas para los que esperan en Él. ¡Hay 3,573 promesas en la Biblia, esperando que te apropies de Ellas!
¡Feliz día. Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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