Tu palabra sabia de hoy
05.11.2020
1 Pedro 2.1,2-5 “Desechando, toda malicia, engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, … Como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”.
¿Has visto comer a un bebé, y cómo disfruta su biberón? Creo que también has visto que llega un momento, en el cual la leche ya no satisface su apetito, y es necesaria una nueva manera de alimentarle.
Si comparamos a los nuevos creyentes con los bebés, sabremos que también, como dice Pedro, deben desear la leche pura de la Palabra.
No se alimenta a un bebé recién nacido con bistec o ensaladas, ¿verdad? Así, los “cristianos bebés”, también deben beber a sorbitos las verdades de la Biblia, a fin de entender y digerir ese gran festín.
Ningún nuevo creyente debe dejarse solo para que entienda el sentido de las Sagradas Escrituras; como tampoco se espera que los bebés y los niños pequeños consigan su comida por sí mismos.
El Espíritu Santo ilumina esas Palabras, y aclara su significado a quienes buscan entenderla. Además, pastores y maestros, deben encargarse de equipar a su “rebaño”.
Los más capacitados, deben instruir y motivar a los nuevos para su crecimiento, tanto en su fe, como en lo personal.
¡La Palabra de Dios es un festín para el corazón, la mente y el espíritu del creyente! Es un gran banquete del que nunca te servirás demasiado. ¡Disfrútalo mientras haya oportunidad!
Feliz día. ¡Y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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