07.07.19
Santiago 5:17-18 “Elías
era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente
para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por 3 años y 6 meses. Y otra
vez oró, y el cielo dió lluvia, y la tierra produjo su fruto”.
Juan el Bautista fue llamado a preparar el camino
para Jesús. Él no tomó a una persona y le dijo que tenía que dejar de hacer una
cosa y empezar a hacer otra. No, él proclamó que Jesús vendría por un pueblo
comprometido con su causa, y que se rindiera a él.
Dios dijo de Juan: irá
delante de él (de Jesús) con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver
los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de
los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto (Lucas.1:17).
Jesús vino por un pueblo
dispuesto, preparado; no por un templo (edificio), un programa o incluso un
movimiento. Dios quiere un cuerpo de creyentes dedicados, siervos fieles, llenos
del Espíritu Santo y del poder de Elías.
Aunque Elías era hombre
como nosotros, hizo cosas fuera de lo ordinario. Por lo que, si alguno se extravía
de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador
del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de
pecados (Stgo.5:19-20).
Tener fe, para detener o hacer caer lluvia, como lo
hizo Elías, es poderoso, pero salvar a alguien de la muerte espiritual es más
maravilloso. No digas no puedo, que si
Jesucristo está contigo, todo lo podrás. Predícale a Cristo a ese pueblo que
se pierde!
Dios te bendiga, en el nombre poderoso de Jesús!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:
WorldChallengeOrg)
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