“Tu palabra sabia de hoy” Jueves 25.07.19
Juan 8.3-11 “Los escribas y fariseos le trajeron una mujer sorprendida en
adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido
sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés
apedrear a tales mujeres. Tú, ¿qué dices? … Jesús, inclinado hacia el suelo,
escribía en tierra con el dedo. …Se enderezó y les dijo: El que esté sin pecado
sea el primero en arrojar la piedra contra ella. … Ellos, al oír esto, acusados
por su conciencia, salían uno a uno, …y quedó solo Jesús, y la mujer … Enderezándose
Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los
que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús
le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más“.
Dios consuela a los creyentes, aun
cuando hayan pecado! Cristo no vino para
condenar al mundo, sino para salvarlo (Jn.3.17). Considera la reacción de Cristo ante la mujer que los fariseos
sorprendieron cometiendo adulterio. Trajeron su proceder a la atención del
Señor para apedrearla. Pero en vez de
tomar una piedra, Jesucristo le ofreció perdón.
Jesús no defendió sus acciones ni
borró las consecuencias, sino que le mostró
compasión y oportunidad de cambiar su vida: “Vete; no peques más”.
El Señor comprende tu
fragilidad. Sabe que quieres recibir consuelo cuando sufres por tu insensatez;
por eso el Padre celestial no te abandona en momentos de necesidad, sino se sumerge en el lío que has hecho por
medio del Espíritu Santo; te ofrece
sacarte del hoyo y no te dejará.
Pecar contra el Señor te
hace sentir indigno de su cuidado y consuelo. Sin embargo, el perdón de Dios se basa en su gran misericordia, no en tu
comportamiento.
Feliz día, y que Dios
te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia: EncontactoOrg)
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