14.06.19
Salmos 46:1-3, 8-10 “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la
tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, Y
tiemblen los montes a causa de su braveza. Venid, ved las obras de Jehová, Que
ha puesto asolamientos en la tierra. Que hace cesar las guerras hasta los
fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, Y quema los carros en
el fuego. Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre
las naciones; enaltecido seré en la tierra”.
Dios es tu fortaleza en todo tiempo. Tu
escudo en la batalla, refugio en la persecución, salvador ante peligro y
tentación, protector y proveedor por excelencia!
En Salmos 46 (de los hijos de Coré) se ve el resultado de una gran victoria que Dios le dio a su pueblo. Este capítulo 46, encaja perfectamente con el resultado visto en 2do libro de Reyes 19.35: “Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió a 185,000 en el campamento de los asirios; cuando los demás se levantaron por la mañana, he aquí, todos eran cadáveres”. Dios es la ayuda perfecta de sus hijos cuando éstos se encuentran en tribulación.
Buscar a Dios y rendirte a Él, puede
darte la paz que la agenda te quita! Asiste a su casa, a su morada
definida, que allí están prestos sus
oídos para escucharte y bendecirte.
Que
Jehová de los ejércitos esté contigo; que
tu refugio sea el Dios de Jacob (vs.11).
Feliz viernes, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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