28.06.19
Filipenses
4.11-13 “No lo digo porque tenga escasez,
pues he aprendido a contentarme,
cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener
abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para
tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece”.
Mucha gente piensa
que la felicidad y la paz son difíciles de alcanzar, o que no duran. ¿Pero es
eso así? Es que normalmente la gente asocia la satisfacción con situaciones
agradables y positivas, pero Pablo desafió eso al decir: He aprendido a
contentarme, sin importar mi situación.
El regocijo no es algo que venga de modo natural; se
aprende, y depende de ti. No es en medio de comodidades que sientes
tristeza y falta de paz, sino en situaciones de problemas y ansiedad.
Pablo tuvo muchas oportunidades de aprender esas lecciones…su vida fue un
manojo de dificultades.
En sus cartas enseña
lo aprendido sobre cómo regocijarse. Se enfocaba en Cristo, en vez
de en las circunstancias. Pablo tenía muchas
razones para quejarse, pero no culpó a nadie ni se quejó.
Enfócate en lo que Dios está haciendo por
medio de tu situación. Enfócate en la omnipotencia y misericordia del Señor. Pablo
estaba seguro de que sus circunstancias estaban bajo el control absoluto de
Dios.
El resultado de las circunstancias de Pablo, fue un
mayor enfoque en Dios. Y el tuyo cuál sería?
Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
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