23.06.19
Salmos 3:2-4 “Muchos
son los que dicen de mí: no hay para él salvación en Dios. Mas tú, Jehová, eres
escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz
clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo”.
Si
eres de los que dicen que no hay para ti salvación en Dios, déjame recordarte que Dios ha dado promesa
de ser escudo a tu alrededor. Solo levanta
hacia Él tu cabeza, clámale... Y te responderá desde su lugar santo.
Sabemos
que hay muchos cargando una cadena de
situaciones que no son agradables ante de Dios, pero, te voy a compartir
una breve historia de lo que ocurriera con el rey Nabucodonosor:
Dice
en Daniel 4, que Nabucodonosor, floreciente
en su palacio, fue turbado; y su corazón cambiado por uno de bestia, durante
7 años. Él se consideraba grande y
fuerte, pero fue cortado como árbol. Pasó
a convivir con las bestias, a comer hierba, y a bañarse con rocío.
Dios le envió a Daniel, antes de
que todo eso aconteciera, para decirle que redimiera sus pecados, dejara sus iniquidades,
y fuera misericordioso; pero, su orgullo, no le dejó recibir el consejo. Él se jactaba
en decir: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué con la fuerza de mi
poder, y para gloria de mi majestad? (vs.30)… Y le llegó su gran sentencia.
Pero
Dios, que es misericordioso, cuando
Nabucodonosor alzó sus ojos al cielo, su razón le fue devuelta (vs.34), la majestad de su reino, y mayor grandeza le fueron
añadidos (vs.36).
El
vs. 37 termina diciendo que Nabucodonosor
alabó, engrandeció y glorifico al Rey del cielo, entendió que todas sus obras eran
verdaderas, y sus caminos justos; que Él
humilla a los que andan con soberbia.
Recuerda:
Dios es escudo a tu alrededor; levanta
a Él tu cabeza, deja tu iniquidad, con
tus labios clámale, y él te responderá!
Feliz domingo, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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