16.06.19
Job 12:1-4 “Respondió entonces Job, diciendo: Ciertamente
ustedes son el pueblo, y con ustedes morirá la sabiduría. También tengo yo
entendimiento como ustedes; no soy yo menos que ustedes; ¿Y quién habrá que no
pueda decir otro tanto? Soy uno de quien su amigo se mofa, que invoca a Dios, y
él le responde; con todo, el justo y perfecto es escarnecido”.
Hoy,
leyendo en Job, capítulo 12, me motivo a compartir algunos tópicos.
Lo
primero es ver cómo Job responde, a su “amigo”
Zofar, diciéndole que no
necesitaban explicarle la naturaleza de Dios, ni tenían nada que decirle que él
no supiera. Ellos, con juicios
personales, malinterpretaron la razón del sufrimiento de Job.
Ellos se creían ser más que Job, y no
tener pecados; pero Job les recuerda que
son iguales, y que también los justos pasan por dificultades.
Job sabía que nadie cuenta con
sabiduría real, a excepción de Dios, y que ninguna
opinión puede valer más que la de Dios. En mano de Dios está el alma de
todo viviente… (vs.10).
Debes reconocer que la sabiduría de
Dios es superior a todas. Nunca permitas
que consejeros terrenales, con mente limitada, te apaguen tu amor y creencia en
Dios.
Con
Dios está la sabiduría y el poder; suyo es el consejo y la inteligencia (vs.13). El
hace andar despojados de consejo a los consejeros, y entontece a los jueces
(vs.17). El
quita el entendimiento a los jefes del pueblo de la tierra, y los hace vagar
como por un yermo sin camino (vs.24).
No porque estés pasando por dificultad, has pecado delante de Dios. Solo él conoce el porqué permite lo que
te ocurre; a ti te toca ser obediente,
honrarle y creerle.
Feliz domingo, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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