12.02.19
Hebreos
3:16-19 “¿Quiénes
fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron
de Egipto por mano de Moisés? ¿Y con quiénes estuvo él disgustado 40 años? ¿No
fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes
juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? Y
vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad”.
El pueblo de Israel salió de
Egipto porque creyó a través de las maravillas de Dios hechas por Moisés. La fe sería el fundamento para la conquista
y llegada a la tierra prometida. Confiar
en Dios es lo mejor.
La fe en Dios va más allá de palabras o sentimientos, debe quedar
en evidencia en nuestro caminar con el Señor.
Aun sus propias palabras eran de
continuo fracaso y muerte. Israel
desobedeció al no seguir la dirección del Señor por el desierto, una y otra
vez confesaban su incredulidad y temor por los obstáculos del camino.
El no confiar en el Señor hizo que todos los hebreos mayores de 20 años
no entraran a la tierra prometida, excepto Josué y Caleb quienes si creyeron. La incredulidad incapacitó a aquellos de conquistar la tierra de la abundancia,
es decir la incredulidad es una
atmósfera que genera desobediencia.
Los que reposamos en Dios, y avanzamos según su dirección, conquistaremos la abundancia que Él nos tiene
preparada. No habrá muros de Jericó, ni gigantes que nos
puedan detener.
El desierto es una etapa de crecimiento, de formación, para conocer
más a Dios. Reposar en Dios es una herramienta para avanzar hacia
la victoria.
Reposar
en Dios implica creer a su palabra.
Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: MensajesySermonesparaPredicar)
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