Miércoles 30.1.19
Romanos 3.23 “Por
cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios”.
¿Qué es arrepentimiento? Es más que sentirse mal por una falta cometida. Es hacer un cambio
radical de conducta.
Algunas consecuencias de arrepentimiento son:
1. Reconocer los pecados: “…después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi
falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi
juventud” (Jeremías 31:19).
Alguien
arrepentido acepta y reconoce sus pecados. Quien no, se justifica. Quien
defiende sus malas acciones e intenta verse como inocente, demuestra que no
está arrepentido de corazón.
2. Dejar de pecar: Hacer
frutos dignos de arrepentimiento (Mt. 3:8).
Reconocer
el pecado no es solo de palabras. Cuando el arrepentimiento es sincero, la
actitud del corazón se refleja en acciones. Ya no se cometen los mismos
errores, sino que se cultivan virtudes que sirven para reparar las faltas y
redimir aquello que dañaste.
3. Produce obediencia a Dios: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados tus
pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio (Hch. 3:19).
El arrepentimiento
hace redireccionar tu camino. Nadie conoce el futuro ni cuál es la decisión que
más conviene, excepto Dios. Es por esta razón que cuando alguien está
arrepentido de corazón, quiere rectificarse y no pecar más. Tu mejor
elección es obedecer a Dios en todo.
4. Llevar a la salvación: “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para
salvación, … pero la tristeza del mundo produce muerte” (2 Cor. 7:10).
Un
arrepentimiento sincero lleva a aceptar que eres pecador y que necesitas la
salvación que Jesús ofrece. Cuando haces esto, tus pecados serán perdonados y
tendrás tu futuro celestial asegurado.
Que hermoso es decir: Hoy me arrepiento de
todo corazón!
Qué Dios te dirija y bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: CVClaVoz)
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