Lunes 10.12.18
Proverbios
4:23 “Sobre toda cosa
guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”.
Muchos tenemos posesiones de gran valor monetario o sentimental que
guardamos y aseguramos, para impedir que alguien las tome o se dañen. ¿Hacemos
lo mismo con nuestra mente y corazón? ¿Mostramos el mismo esfuerzo para
proteger y asegurar nuestra relación con Dios?
Si nos esforzamos en cuidar posesiones valiosas, también debemos
cuidar nuestra vida espiritual del ladrón Satanás, que no sólo quiere arrancar
cosas o personas, sino que desea ver las almas destruidas.
Ante sus amenazas: se sabio y oye el consejo de Dios. No
permitas que las circunstancias adversas llenen tu corazón de tristeza,
resentimiento, amargura, orgullo, etc.
Cuida
tus palabras: El que guarda
su boca guarda su alma; el que mucho abre sus labios tendrá calamidad (Proverbios
13:3). Nuestras palabras pueden dañar a otros, y provocar heridas a nosotros
mismos.
Cuida
tus ojos: Son lámpara
que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de
luz; pero cuando tu ojo es malo, tu cuerpo está lleno de oscuridad (Lucas 11:34). Constantemente hay bombardeos con mensajes y
películas de contenido malicioso y dañino; por ello, ten mucho cuidado de lo
que miras.
Cuida
tu mente: Todo lo que
es verdadero, honesto, justo, puro, amable, es de buen nombre; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en eso piensa (Filipenses
4:8). La capacidad de la
mente es increíble y puede llevarnos a lugares que jamás hemos visto, lograr
cosas que nunca hubiésemos alcanzado, pero también puede llevarnos al más
profundo pozo de pecado.
Como
el vigilante cuida un lugar, así debemos cuidar nosotros nuestra vida
espiritual, cuánto más que contamos con la protección de Dios!
Que en este lunes puedas decir: Cuídame, oh Dios, porque en ti busco
refugio (Salmos 16:1). Y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: CVClaVoz)
No hay comentarios:
Publicar un comentario