Sábado 08.12.18
Juan 14:1-3 “No se turben sus corazones; crean en Dios, crean
también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo se
lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para ustedes. Y si me fuere y les
preparare lugar, vendré otra vez, y les tomaré a mí mismo, para que donde yo
estoy, ustedes también estén”.
No es fácil
entender la eternidad, pero Dios quiere que vivamos con una vista eterna. La
Biblia enfatiza la segunda venida de Cristo, para motivarnos a pensar en esos
términos.
La conciencia de
que Jesús regresa en cualquier momento,
mantiene a la iglesia enfocada. Pablo exhorta a que pongamos la mente en las cosas de arriba (Colos. 3.2). Aunque vivimos en el mundo material, pensemos en las consecuencias a largo plazo,
y en dónde invertir nuestro tiempo, dinero y energías.
Es importante obedecer
el llamado de Dios a evangelizar. Todo creyente tiene esa responsabilidad (Mateo 28.19). El
propósito de la iglesia, y de todo cristiano, es conducir al mayor número de
personas a la salvación eterna.
Eso sucederá
cuando nos ocupemos de anunciar las Nuevas
de salvación, lo cual debe ser antes de que el Señor Jesús regrese. Las
personas no vendrán a Cristo, sin antes escuchar de su gracia, de su
misericordia y de su redención.
La Palabra de Dios
reitera el regreso del Señor Jesús, para que los creyentes vivan pensando en lo
eterno. Cristo puede venir en cualquier
momento, y quienes han puesto su fe
en Él como Salvador, vivirán eternamente en su presencia.
Vivamos con
nuestros pies en la tierra, con las manos ocupadas para Dios, y con nuestros ojos espirituales esperando
la llegada del Salvador.
Dios nos bendecirá!
Wilda M.V.
(Referencia: De EnContactoOrg en TPSH 27.12.13)
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