Lunes
05.11.2018
Efesios 1:22-23 “Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas
las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”.
Cristo y su Iglesia son
uno. Pablo ilustra esto con el cuerpo humano. Dios atribuyó a Cristo por cabeza sobre todas las cosas, y
a la iglesia, por su cuerpo.
Cuando el Padre amó a
Jesús (antes de la eternidad), también nos amó a
nosotros. Cuando éramos sólo un
pensamiento de Dios, Él ya estaba planificando nuestra redención: “Nos
escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él” (Efesios 1:4).
David expresaba que antes de haber sido formado, Dios le
conocía, y tenía todas sus partes marcadas. “Mi embrión vieron tus ojos, y
en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas,
sin faltar una de ellas” (Salmos 139:16).
Quiero que sepas o recuerdes
que: Dios te amó desde antes de la
fundación del mundo, y que Su amor no tiene límites. De tu parte, si permaneces
en Él, su amor será renovado para ti, todos los días! Inclusive, cuando estás en alguna crisis o prueba,
puedes tener por seguro que el Padre y Jesús todavía te amarán. Nunca lo
dudes!
No cometas el error de
desechar tu fe ni tu obediencia a Dios, mantén
tu espíritu renovado en Su sabiduría y revelación, que te ofrece a través de Su
Palabra. Que sean iluminados tus
ojos, porque si permaneces firme, algún
día serás sentado a la diestra del Padre, en lugares celestiales.
Muy feliz inicio de semana, y que Dios te
bendiga!
Wilda
M.V.
(Referencia: WorldChallengeOrg)
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