17.10.2018
Salmos 19:9-10 “El temor de Jehová es limpio, permanece para
siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que
el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel…”.
Al ver las abejas, vemos una muestra del
diseño de Dios, el cual está en todo - en las abejas y en su rica miel. La miel goza de buena fama en la Biblia. Se menciona
60 veces, y es muy alabada. Ejemplos: la Tierra Prometida es “tierra que fluye
leche y miel” (Éx.3.8). El maná, tenía sabor como de hojuelas con
miel” (Éx.16.31). Juan el
Bautista se alimentaba con langostas y miel silvestre (Mt 3.4). El rey Salomón, asemejaba las palabras agradables a la miel (Prov. 16.24).
El panal de abejas es una maravilla. Su armazón es una masa de cera, como mosaicos ámbar de apariencia impecable...
solo Dios pudo crearlo! El matemático griego Pappus, de Alejandría, elogió
esa perfecta estructura; dijo que es construido con cierta planificación
geométrica. Y, esa perfección, no sucede al azar!
Las abejas, tan pequeñitas, pueden volar hasta 11 kms. para conseguir el
mejor néctar. Observar el trabajo de ellas es como contemplar un milagro.
Son evidencia tangible del orden perfecto de Dios. Trabajan como Dios propuso
que lo hicieran. Al observarlas se puede ver que el mundo no depende de nuestros
esfuerzos, sino de la divina voluntad de Dios.
Ellas revolotean en perfecta sincronía, y enseñan a no afanarnos para
satisfacer necesidades o deseos. Tú, al igual que las abejas, fuiste creado,
pero con un valor más que especial. Eres una hermosa criatura, que en las
manos de Dios, verás en acción Su plan maravilloso.
Tu tarea es conocer, obedecer y glorificar a Dios, viviendo de la
manera que Él ha dispuesto. Y eso es más dulce que cualquier cosa… incluso
que la miel!
Dios te bendiga, y haga tan dulce tu día, como la miel!
Wilda M.V.
(Referencia:
EnContactoOrg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario