Viernes 19.10.2018
1 Pedro 4:7 “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y
velad en oración”.
Hoy,
repasando unos apuntes, me encontré con la frase: “El diablo no está
nunca demasiado ocupado para dejar de mecer la cuna de un cristiano adormecido”.
Me quedé pensando en que es una verdad dura, pero cierta. Y esa frase me dio la
inspiración para escribir la reflexión de hoy.
Hay algunos
cristianos que, luego de un confrontador mensaje, y del llamado de un pastor,
pasan al frente a entregarle su vida a Jesucristo; y lo confiesan como su
Salvador y Señor. Luego de ahí, visitan la iglesia con regularidad, hasta
sirven en ministerios; y, por esas acciones, entienden que van directico pal´cielo.
Pero fuera
de la iglesia, viven una vida, como si nunca hubieran escuchado hablar de
Jesucristo, ni de la Biblia, ni de Salvación, o Santificación. Su mundo
está invadido por el autoengaño. A
esas personas es a quienes, Satanás, muy complacido, les mueve la cuna, con
tal de que sigan dormidos.
Los ojos de
los tales, están vendados y cargados de sueño; lo que demuestra que no
conocen al Cristo de la Gloria! No
en vano Pedro dijo, en 1 Pedro 5:8: velen, porque el diablo (ese
mismo que les mueve la cuna), desea devorarlos.
Hay que
saber pararse, mirar, y decirle al Señor: Sustenta mis pasos, para que
mis pies no resbalen, y para que mis ojos espirituales no se duerman.
Bienaventurado aquel que tiene en Jesucristo
sus fuerzas, su
corazón, sus ojos y sus caminos; que medita en los mandamientos del Señor
(no de
los hombres); que no camina veredas torcidas, y mora en
lo deleitoso de Dios.
Así que a velar,
a orar, a obedecer; para que Satanás, por mas que lo intente, no tenga chance
de mecer tu cuna!
Y muy feliz día!
Wilda M.V.
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