domingo, 12 de agosto de 2018

“Tu palabra sabia de hoy”


12.08.18

Lucas 6.46-47 ¿Por qué me llamas, Señor, Señor, y no haces lo que yo digo? Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, les indicaré a quién es semejante”.
El Creador dio a Adán y Eva dos mandamientos: 1: Llenar la tierra y gobernarla; y, 2: No comer de cierto árbol del huerto (Gén.1.28;2.17). Debido a que escogieron desobedecer, su relación con Dios se rompió, y fueron echados del Edén (toda desobediencia trae consecuencias… Piénsalo!).
Esa rebelión afectó sus vidas, y tuvo alcance para todas las generaciones. En Romanos 5.12-19, Pablo explica que por la falta de uno, el pecado hizo su entrada, resultando en muerte (espiritual) para la humanidad. Adán, siendo la cabeza de la humanidad, hizo que su desobediencia afectara a todos los demás.
A diferencia, Jesucristo, dio prioridad en su vida a la voluntad del Padre celestial. Obedeció en palabras y obras. (Jn. 8.29). Habiendo tenido una vida sin pecado, cumplió con lo necesario para ser nuestro Salvador (2 Cor. 5.21).
Con Su muerte pagó por las faltas de la humanidad. El que Dios aceptara el sacrificio del Hijo, nos trajo el perdón y la libertad del poder del pecado, y, por consiguiente, de la muerte espiritual.
Desobediencia es igual a juicio y muerte; obediencia, a nueva vida… para los que creen (honran y reciben) a Jesús (Rom. 6.4).
El Salvador llama a renunciar a tus deseos egoístas, a sacrificarte, y a seguirle (Mt. 16.24). La vida de un verdadero creyente honra a Cristo y guia a otros hacia Él… ¿Es así tu vida? Pídele al Señor que lo sea, para que tu vida eterna la puedas disfrutar!
Feliz domingo. Que Dios te bendiga!


Wilda M.V.  (Referencia: EnContacto)


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