Lucas 8:11-15 "Esta es la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean ni se salven.
Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.
La que cayó entre espinos; los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. Mas la que cayó en buena tierra; los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia".
La parábola del sembrador enfoca la paciencia. No hacia la gente sino hacia Dios.
Jesús hablando sobre la semilla dijo: Algunas cayeron junto al camino; otras en pedregales; otras entre espinos…y otras en buena tierra.
Buena tierra: indica a los que escuchan la Palabra, y con paciencia, dan fruto.
Los otros oyentes también produjeron su medida de fruto, pero solo por un tiempo. ¿Y por qué? Porque fueron impacientes con el Señor y con su obra.
¡El corazón del oyente de “buena tierra” tiene *dirección definida*!
En toda circunstancia, *se dirige primero a Dios*; luego *espera pacientemente a Jesucristo*.
Esas características son necesarias para que un corazón produzca fruto duradero.
Es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengas la promesa (Heb.10:36).
Toma la Palabra de Dios, ponla en tu corazón; deja que produzca honestidad y pureza; luego espera pacientemente por sus frutos y abundante bendición!
Feliz viernes, y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(De Paciencia para recibir la promesa. David Wilkerson. worldchallengeorg)
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