Hebreos 4-16 "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro".
En un avion el piloto enciende la señal del cinturón de seguridad, que indica que se está ingresando en una zona de turbulencias. Él dice: favor regresar a sus asientos y abrocharse los cinturones. Hace la advertencia por si alguno no está sujetado que no vaya a lastimarse. Sujetos a sus asientos, pueden atravesar a salvo la turbulencia.
Por lo general, la vida no advierte de las experiencias perturbadoras que se cruzan. Pero nuestro Padre celestial lo sabe, y nos invita a presentarle nuestras preocupaciones, heridas y temores.
La Escritura nos dice: «Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia...(vss 15 y 16).
En temporadas de turbulencia, lo mejor es dirigirnos a nuestro Padre en oración. La frase «gracia para el oportuno socorro» significa que podemos «abrocharnos» al Señor durante los momentos amenazadores, ¡Él es más seguro y poderoso que todo!
Cuando la vida nos abrume, oremos. Él puede ayudarnos a atravesar la turbulencia.
Cuán maravilloso es sujetarnos con el cinturón que nos ofrece Jesucristo!
Feliz día y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: Nuestro pan diario)
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