1 Corintios 6:12-13 "Todas las cosas me son lícitas, mas no todas me convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo"
En la práctica de esgrima, el entrenador indica con un grito la posición defensiva correcta frente al movimiento que él hace. Cuando extiende su arma para la estocada, hay que escuchar y responder de inmediato para contrarrestar el ataque.
Esto se puede comparar con la obediencia a la Escritura en el tema de la tentación sexual. Pablo señala «Huid de la fornicación» (vs 18). La Biblia nos grita nuestra mejor defensa: ¡Huuuyan!
Un pensamiento licencioso, una mirada en el sitio equivocado de Internet, un coqueteo cuando ya estás casado; todos esos son pasos que llevan adonde no deberíamos ir y nos alejan de Dios.
Al huir de la tentación, Dios da un lugar hacia donde correr. La sangre de Jesús derramada en la cruz nos ofrece perdón, esperanza y un nuevo comienzo. Acudir a Él en la debilidad, nos libera para vivir con su fuerza. Entrégate a Él en obediencia.
Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: Nuestro pan diario)
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