Jueves 2.10 17
Romanos 12-1-5, 9, 10 "Así que, hermanos, ruego por las misericordias de Dios, que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es su culto racional. 2 No se conformen a este siglo, sino transfórmense por medio de la renovación de su entendimiento, para que comprueben cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 3 Digo... no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 9 El amor sea sin fingimiento. Aborrezcan lo malo, sigan lo bueno. 10 Amense los unos a los otros con amor fraternal..."
Jesús, el gran Señor y Salvador, dio su vida por nosotros. Junto con los otros creyentes, vivamos para Él y compartamos su amor.
Aquí se describe la actitud de humildad y amor que debería permear nuestras relaciones, como seguidores de Jesús. Ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Ámense con un afecto genuino.
El orgullo puede cegarnos a los talentos de los demás, y la arrogancia puede envenenar nuestro futuro.
Juan el Bautista, cuya misión era allanar el camino a Jesús, dijo: «Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe» (Juan 3:30). Y ese es un buen lema para todos.
Aprendamos sobre humildad, miremos hacia Jesucristo. Y que los demás tengan el lugar correcto en tu vida.
«Sé siempre humilde ante Dios, y que Él sea todo para ti». Oswald Chambers.
Dios te dirija y bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: Nuestro pan diario)
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