Zacarías 4.1-10 habla sobre la ilustración de un candelabro de oro y los olivos. Te invito a que lo leas. … Un ángel preguntó a Zacarías ¿Qué ves? -un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y 7 lámparas encima del candelabro, y 7 tubos para las lámparas, así como 2 olivos… -¿No sabes qué es esto? No, señor mío. -Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu... Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos 7 son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.
El pasaje de hoy describe una visión que Dios le dio a Zacarías.
En ella, la montaña es una ilustración de una barrera o un obstáculo. Podemos
preguntarnos lo que pueden enseñarnos estos extraños sueños hoy en día; pero,
aunque las imágenes son extrañas, los principios siguen siendo significativos
para nuestra vida.
Zorobabel, líder de Judá, y un grupo de 50.000 personas
habían sido liberados por los babilonios para regresar a Jerusalén después de
estar cautivos. Aquí, el pueblo de Dios comenzó a reconstruir los muros del
templo, pero fueron atacados por los que vivían en las cercanías. Por tanto, el
pueblo se desanimó y estuvo dispuesto a darse por vencido.
En el verso 6, Dios le recordó a Zorobabel, por medio de
Zacarías, que el avance se logra “no con ejército, ni con fuerza, sino con mi
Espíritu”. En otras palabras, cuando Dios nos llama a una tarea, Él mismo
asume la responsabilidad de eliminar los obstáculos.
No debemos enfrentar las tareas, al parecer insuperables,
con nuestras propias fuerzas. En vez, debemos confiar en el poder del Espíritu Santo
que mora en nosotros. Somos como el candelero que debía mantenerse ardiendo
en el templo. En el sueño de Zacarías, los olivos a cada lado del candelero
estaban derramando aceite en su recipiente, sin ninguna ayuda de los
sacerdotes.
El Espíritu Santo estaba actuando como los olivos; Él era la
promesa de Dios de ayudar al pueblo desanimado. Nosotros, también, podemos
confiar en que el Señor nos ayudará cuando enfrentemos cualquier clase de
obstáculo.
(De Encontacto.org)
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