Meditación 26.09
Te invito a que leas a Romanos 5.6-11…
El sentimiento de
culpa es algo con el cual estamos todos familiarizados. Los cristianos llevan
esos sentimientos como una medalla de honor en un esfuerzo equivocado por
demostrar humildad. Pero este es un trágico error que envenena a la iglesia y
les roba el gozo de Cristo a los creyentes. Necesitamos hacernos la pregunta:
“¿Qué es la culpa?”.
La palabra no es
muy frecuente en las traducciones de la Biblia, y cuando aparece, muchas veces
es mal aplicada. En el contexto del mundo, la palabra “culpa” significa
experimentar sentimientos de remordimiento, depresión o rechazo por algo que
ocurrió en el pasado. Pero, hablando bíblicamente, la “culpa” se usa solo para
indicar responsabilidad. La palabra nunca está asociada con sentimientos
de vergüenza o de rechazo, sino que es más bien un término legal, como cuando
un tribunal encuentra “culpable” a un acusado.
¿Qué significa
esto para el creyente? Bien, ya debiéramos saber que hemos sido encontrados
culpables; todos tenemos una enorme deuda de pecado que no podíamos pagar. Pero
Jesucristo tomó sobre sí esa culpa en la cruz, y pagó la deuda en su totalidad.
Y si Cristo ya ha pagado nuestra deuda y nos ha liberado de responsabilidad, ya
no somos culpables. Hemos sido juzgados y perdonados.
La Biblia nunca
nos dice que escondamos el gozo de nuestra salvación bajo una sofocante frazada
de culpa. Más bien, somos llamados a regocijarnos en la gloriosa salvación que
el sacrificio de Cristo hizo posible. Por esta razón podemos proclamar con
orgullo: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8.36). Deje que Él lo haga, y sea libre hoy.
(De
Encontacto.org)
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