Lunes 20/3/17
Habacuc 3:17-18 "Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación".
El profeta es consciente de la prueba, aunque seamos hijos de Dios.
Por la sequía o por el ejército de Babilonia, los cultivos de uva eran destruidos, así como las higueras, los olivos y el ganado; es decir, los principales productos del pueblo de Israel (ellos eran básicamente agricultores y ganaderos).
Por eso nos dice Habacuc 3:17-18 lo que nos dice. El profeta se aferraba al Señor, sin importar las pruebas hacia la nación de Israel; lo cual lleva a recordar que el gozo del cristiano está en el Señor mismo, y no en las circunstancias.
El verso 18 dice: “con todo, me gozaré en Dios”. Una verdadera adoración debe estar enfocada en la esencia y poder del Señor mismo, por eso es que podemos ver la fortaleza de fe del profeta. El origen de su alegría o gozo era Dios mismo, no era la “bendición” ni la provisión sino saber que Dios tenia cuidado de él.
Habacuc confiado en el cuidado y la bondad del Señor, no permite que la dificultad o adversidad derribe su gozo ni alegría en Dios; más bien decide expresarlo con fuerza. Mantener el gozo de Dios es sumamente importante.
En el camino de la fe aparecerán obstáculos que superar, pero son estos tiempos donde debemos fortalecer nuestra comunión y fe en Dios, pues al final veremos la victoria en Cristo.
Dios te bendiga y enseñe a confiar en Él.
Wilda.
(Fuente de ref: avanzapormás.com)
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