Viernes 09/12/16
Salmos 92.12-14 "El
justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en
la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez
fructificarán; estarán vigorosos y verdes".
Una vida
fructífera es resultado de sembrar buena semilla en tierra fértil. Y ¿cómo
sabes si estás sembrando tu vida sobre algo que acabará siendo fructífero para
la eternidad? ¿Sobre qué estás
sembrando tu vida? ¿Tus prioridades reflejan tus valores y lo que realmente
aprecias?
Jesús dijo: “…sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas
del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16.18). Jesús dejó claro que Él estaba sembrando en Su
iglesia y que ¡ni siquiera el Infierno podría venir contra ella!
Haz de la vida
con Dios tu prioridad y estarás edificando sobre cimiento firme. A la vez
estarás sembrando (con tu vida) en la de otros. ¿Es la tierra de tu corazón sana?
Para una vida florecida
debes confrontar retos que tratarán de alejarte de los propósitos de Dios. Ejemplo: egoísmo, falta de perdón, incredulidad, miedo…
Pero Dios estará ahí para ayudarte a confrontar esos retos. Sométete a Él y a
Su Palabra; resiste la obra del enemigo en tu vida… Y empezarás a florecer!
Reconocer un
árbol floreciendo no es difícil. Sus raíces están plantadas en terreno fértil, su
follaje, frutos, flores y semillas son sanas y abundantes.
Como árbol, vive una
vida fructífera; muestra signos de crecimiento, salud, y nutritivos frutos. Serás
fuerte y resistente… Y te levantarás por encima de las tormentas. Que aun en la vejez fructifiques, y estés vigoroso
y verde.
(Resumen de "El Perfil de una Vida que Florece", de
Avanzapormás.com)
Dios te bendiga!
WMV
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