Jueves 29/12/16
Jeremías 18:1-2 “Palabra de Jehová que vino a Jeremías,
diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis
palabras”
Dios es el Alfarero, y nosotros barro en sus manos… Veamos una
reflexión sobre la obediencia de Jeremías, pues la instrucción dada fue:
“Levántate y vete a”. Un gran desafió, en medio de todo lo
que estaba viviendo Israel; una nación desanimada por la opresión del imperio
babilónico. El pueblo hebreo vivía decadencia moral, espiritual; con
guerras y crisis.
El profeta Jeremías obedeció. Detrás de la obediencia se esconden
grandes milagros y bendiciones.
Veamos algunas enseñanzas:
1) Dios sabe a qué lugar enviarnos para enseñarnos (le dijo:
“vete a casa del alfarero”).
2) La obediencia ayuda a avanzar hacia la
revelación divina y la bendición (Dios le dijo: “allí te haré oír mis
palabras”).
3) Obedecer al Señor es vital para ser transformado. A
veces “descender” (vs.3) no es agradable, pero es lo mejor.
4) La casa del
alfarero representa el escenario dónde Dios trabaja en nuestro corazón.
El verso 4 dice: “Y la vasija de barro que él hacía se echó a
perder en su mano”. Cuando el alfarero empieza su labor, ya sabe qué vasija
hará… así es el Señor; planeó y diseñó un propósito para cada uno, desde antes
de la fundación del mundo.
Aunque el Señor tiene planes, y su amor es inmenso, algunas veces
la vasija se daña en Su mano (por dureza, impureza, falta de consistencia,
piedras y artículos extraños, etc.). Pero la Biblia enseña que el Señor tiene
poder para restaurarlo todo: “y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció
mejor hacerla” (vs.4); una vasija nueva y mejor, con el mismo material.
El
Señor utiliza la técnica apropiada para cada uno. Ah…Algo que no se puede
quedar, es ir al horno. Dios es Alfarero que conoce muy bien su oficio.
Cuando la vasija ha pasado por todo el proceso, el alfarero la
decora, la hace ocupar un lugar importante y deposita en ella sus dones y
tesoros. Y todo cristiano es “vasija de barro, para que la excelencia del poder
sea de Dios y no de los hombres” (2Corint.4.7).
Dios te bendiga!
WMV
(Resumen de "Dios hace la Vasija de Nuevo", de Mensajes y Sermones para Predicar)
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