MEDITACIÓN 19.2
1 Tesalonicenses 4.13-18
"Tampoco
queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os
entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que
Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron
en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que
vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los
que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y
con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,
y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros
con estas palabras."
A
lo largo de la historia, la gente ha debatido qué sucederá después de la
muerte. Este tema sigue siendo un misterio, pues los que mueren no pueden
contar sus experiencias.
Pero
la Palabra de Dios dice muchas realidades sobre la vida después de la muerte.
En el pasaje de hoy, Pablo explica lo que les sucederá, después del regreso de
Cristo, a los creyentes muertos y a los que estén viviendo todavía.
1ero. Jesús descenderá
del cielo de una manera muy parecida a su ascensión (Hechos 1.11). Luego, Dios resucitará los
cuerpos de los creyentes que hayan muerto. (Por supuesto, sabemos por 2 Corintios 5.8 que sus espíritus habrán estado con Jesús
desde el momento de su muerte física). Luego, los cristianos que
sigan estando vivos serán transformados; ascenderán para recibir a Cristo en el
aire, y morarán con Él para siempre.
Aunque
debemos esforzarnos por glorificar a Dios cada día, mientras estemos vivos es
importante estar conscientes de los acontecimientos futuros. La razón está en 1 Tesal. 4.13: “Para que no os entristezcáis como los otros que no
tienen esperanza”. En efecto, según el v. 18, debemos alentarnos unos a otros
sabiendo lo que sucederá cuando el Señor Jesús regrese. Por saber lo que se
sufre en esta vida por las tragedias, muertes y enfermedades, Dios nos da una señal del maravilloso futuro que nos tiene
reservado.
¡Qué
Dios tan amoroso tenemos! Él comprende nuestros dolores y nos da esperanza,
consuelo y fortaleza para soportar las aflicciones de la vida. Deléitese en la
esperanza que Dios nos ha dado.
(De Encontacto.org)
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